Synopsis
"La emergencia de la educación es la más apremiante necesidad del hombre moderno que se cree poseedor de "su" verdad", escribe el teólogo P. Jesús Álvarez, agustino, al final del Proemio de esta obra de Jesús López Medel, jurista, Académico, Premio Nacional de Literatura, Presidente de Honor de la Federación Europea de Centros de Enseñanza, y asesor de las Escuelas de Habla Hispana de la Asociación de Escuelas Internacionales-ISA, como se recuerda en estas páginas en homenaje a su fundador, Paul Scheid. . Pero si la "emergencia de la educación", en sus dos manifestaciones "cualitativa" y "cuantitativa", ha tenido un papel excepcional para la formación personal, y la solución de las crisis económicas -el caso de Alemania, con el doble de alumnos de formación profesional que en España, y la mitad de Universidades- tiene unas connotaciones para el aprendizaje del esfuerzo, del trabajo, de la responsabilidad, de la familia, de la empresa, del Estado y de la Sociedad. . El autor se adentra, con singular originalidad, en lo que llama "fenomenología de la emergencia educativa", más allá de lo pedagógico, y que afecta a escuelas laicas y religiosas: es el sentido transversal con que se manifiesta en lo que a la vez son causas o efectos de una educación sin valores, tal como se detalla en el texto principal de la obra. Este nuevo giro de la emergencia educativa fue marcado, en particular, por el Papa Juan Pablo II, al entender en numerosos documentos, que la familia, en sí misma, es escuela. Benedicto XVI le dio, incluso, esa denominación, en una "Carta a los cristianos de Roma", en 2008, a la que siguieron otras. Su "Porta fidei", para inuagurar el Año de la Fe, 2012, le llevó a convocar el Sínodo de Obispos en octubre de ese año. . Este tema sobresalió entre sus 58 Propuestas. No faltó un sólo día a las sesiones sinodales. Al nuevo Pontífice Francisco, que presta singular atención, en los gestos y palabras, a los pobres y desheredados -todos hijos de Dios- le veremos ir perfilando cómo la plena transformación del cristiano y de la sociedad ha de venir por una forma especial de realizarse la emergencia educativa, que permita a todos los jóvenes y al hombre su mejor destino material y eterno, a través de la educación. Por ahí, iba también Max Weber, en el área económica, ante las crisis del siglo XX. Más allá de las ideologías o de los Estados. Como lo fue la discutida "Orden" de los Hermanos Pobres de Calasanz. Ahora -Declaración Universal de Derechos Humanos- urge realizar, a través de la enseñanza, la Paz, la Libertad y la Justicia.