Sinopsis
El fundamento del Estado griego—es decir, la comunidad, tal como se conforma en entidad
política partiendo de la asamblea originaria—se echa de ver todavía a través de las denomi
naciones que los griegos daban a su Estado. Nunca se habla de Ática en sentido jurídico, como
nosotros hablamos de Alemania o de Francia. La expresión política para el Estado ateniense
no es, por ejemplo, Atenas, sino la forma personal “los atenienses”.
Nada podría subrayar más claramente la diferencia entre el Estado griego y el Estado moderno
que este modo de denominación totalmente distinto, y que no es algo meramente externo, sino
que revela la esencia más íntima del Estado.