CONFESIÓN A MEDIANOCHE

Esta historia, que soñé una tarde cuando nada podía hacer, es un relato más de las pasiones de las personas que muchas veces hacemos y que, cuando de nuevo estamos frente a sus consecuencias, nos hacen vivir de forma muy desagradable. Este es el relato de los amores y las desgracias de Miguel e Inés, que sin querer y sin saberlo son parte de un pecado cometido por otros, pero del que ellos tienen que sufrir las consecuencias. Este relato de uno de mis sueños se desarrolla en el en torno a la glorieta de Matías Montero, la calle Casimiro Sainz y Puertochico, en la bella ciudad de Santander, cuando aprendía el oficio de mecánico en una agencia de coches.